29 de enero de 2024 (EIRNS) — El ex embajador británico en Uzbekistán, Craig Murray, señaló en las horas posteriores a la victoria de Sudáfrica (y del mundo) en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) el 26 de enero, que «cada vez es más difícil» para la casta gobernante angloamericana ignorar el poder de la verdad, que, en algunas circunstancias, como en Alemania 1989, puede derrocar al despotismo «apartando de los cerebros la falsedad». Hay consecuencias que pueden derivarse inexorablemente de una población y un mundo inspirados y excitados para actuar en nombre de esa verdad revelada. En una entrevista con el juez Andrew Napolitano, el 26 de enero, Murray dijo:
«Joe Biden tiene obviamente problemas con partes esenciales de su propia coalición demócrata, que están muy descontentos por apoyar el genocidio. Y este fallo (de la CIJ) va a reforzar mucho su brazo. Y debemos recordar que este caso (de genocidio), que la CIJ ha declarado ahora plausible y que va a ser escuchado, Joe Biden lo había declarado sin fundamento. Y ahora le contradicen 15 de los jueces más veteranos del planeta.
«Así que esto se pone más difícil para Estados Unidos. Pero no dudo, teniendo en cuenta todo el historial de Biden, que será vetado no obstante. Entonces, volverá a la Asamblea General. Y aunque la gente dice que la Asamblea General no tiene fuerza, hay que señalar que una parte fundamental de la sentencia de hoy fue la lectura (que hizo la CIJ) de una resolución de la Asamblea General. Y la CIJ tiene una relación muy estrecha con la Asamblea General. La Asamblea General solicita regularmente a la CIJ dictámenes sobre asuntos sometidos a la Asamblea General. Así que volverá allí, y allí, Estados Unidos será humillado. Algunos de sus aliados europeos lo abandonarán, porque la gente empezará a preocuparse por la responsabilidad personal por complicidad en genocidio.
«Sólo por poner un ejemplo: aquí, en el Reino Unido, la Convención sobre el Genocidio está incorporada a la legislación nacional, concretamente, en la Ley de la Corte Penal Internacional de 2001. Y la complicidad en el genocidio es un delito en la ley aquí. Por lo tanto, si la CIJ dictamina que se trata de un genocidio, en última instancia, los que estaban enviando armas a Israel, los que estaban organizando vuelos de vigilancia para ayudar a Israel en el bombardeo de Gaza, los que estaban pasando inteligencia a Israel, y los políticos de alto nivel, que autorizaron todo eso, todos ellos están potencialmente en riesgo de cargos penales en el país por complicidad en genocidio. Y estoy seguro de que así será en muchos países. Así que creo que esto puede afectar al comportamiento de los Estados».
Dos situaciones que se están produciendo ahora en el sudoeste asiático, muy probablemente ambas formas de represalia contra el fallo de la CIJ del 26 de enero a favor de la petición de Sudáfrica, pueden revelar al mundo, a corto plazo, la evidente política oficial más de fondo, del gobierno de Netanyahu, de la implacable limpieza étnica que está sucediendo en Gaza, y quienes la sostienen. Nueve naciones han anunciado repentinamente que suspenden el financiamiento del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Oriente Medio (OOPS-ONU). Esa agencia, que desde 1949 ha sido fundamental para mantener a sectores enteros de la población palestina, y que ya ha sido reducida de 13.000 personas a solo 3.000 personas, está siendo cerrada de facto, basándose en las acusaciones del gobierno israelí de que «algunos de sus empleados» quizás participaron en el ataque del 7 de octubre. Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido, Suiza, Finlandia, Italia y otras naciones han recortado su ayuda. Pero el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, señaló que «de las 12 personas implicadas, 9 fueron inmediatamente identificadas y cesadas por el Comisionado General de la OOPS-ONU, Philippe Lazzarini; se ha confirmado la muerte de una de ellas, y se está aclarando la identidad de las otras dos… Cualquier empleado de la ONU implicado en actos de terrorismo tendrá que rendir cuentas, incluso mediante acciones penales».
Luego, la declaración del Presidente Joe Biden sobre la intención de Estados Unidos de responder a la muerte, el sábado 27 de enero, de tres militares estadounidenses en Jordania. «Aunque todavía estamos recopilando los hechos de este ataque, sabemos que fue llevado a cabo por grupos militantes radicales respaldados por Irán que operan en Siria e Iraq… Y no tengan ninguna duda: haremos que todos los responsables rindan cuentas en el momento y de la manera que decidamos”.
Desde Afganistán a Ucrania, pasando por Gaza e Irán, «la marcha de la locura» de la moribunda casta financiera angloamericana dominante es cada vez más objeto de burla e intervención por quienes han decidido, como hizo Sudáfrica, defender a la humanidad y han redescubierto el poder de la verdad a través de la exitosa iniciativa de la CIJ sudafricana. Esto incluye cada vez más fuerzas en Estados Unidos. Los Veteranos Profesionales de la Inteligencia por la Cordura (VIPS, por sus siglas en inglés) en busca de precedentes históricos para la carrera desbocada de Estados Unidos hacia el abismo, dijeron en su Memorándum VIPS del 25 de enero titulado “To Biden: Avoiding a Third World War” (A Biden: Evitar una Tercera Guerra Mundial): «El 13 de julio de 2023, usted dijo que Putin ‘ya ha perdido la guerra’…
«Ucrania ha perdido la guerra, y esto quedará muy claro en las próximas semanas. Dada la falta de perspectivas de negociación, nada, salvo las armas nucleares, podría detener el avance mesurado pero inexorable de las fuerzas rusas. Usted ha dicho que quiere evitar la Tercera Guerra Mundial. Eso es lo que significarían las armas nucleares (incluidas las «mini»)…
«En esta coyuntura histórica, podríamos buscar la sabiduría que podrían ofrecer los historiadores». Nosotros, y en particular Helga Zepp-LaRouche, estamos totalmente de acuerdo.
Se exhorta a todos, ya sean miembros de VIPS, legisladores de cualquier parte del mundo, clérigos, líderes de instituciones que van desde sindicatos hasta centros de estudios, a que lean, estudien y critiquen los «Diez principios para una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo» de Zepp-LaRouche. Ese documento se elaboró a partir de su extenso estudio de la diplomacia del Cardenal Nicolás de Cusa, las negociaciones del Tratado de Westfalia de 1644-48, la composición de la Declaración de Independencia y el Preámbulo de la Constitución de Estados Unidos, y los estudios históricos de Federico Schiller, de quien tomó su nombre el Instituto Schiller hace cuarenta años. El poeta-historiador Federico Schiller —cuya Historia de la Guerra de los Treinta Años, Revuelta de los Países Bajos y otros estudios, junto con sus obras de teatro, han sido durante cuatro décadas, desde 1984, la base de las propuestas de política exterior del Instituto Schiller— comprendió mejor que nadie la diferencia entre fuerza y poder. Schiller también, a través de sus cartas «Sobre la educación estética del hombre», iluminó cómo la libertad que todas las personas afirman desear, sólo puede lograrse, incluso en el gobierno, a través de una educación de las emociones que eleve el alma individual a un estado de belleza, del que nunca se retirará. Esa educación, mediada a través de diversos «proyectos de desarrollo», es el método mediante el cual debe hacerse política. Fue el espíritu de esa educación estética de la humanidad lo que apareció en la sala del tribunal de La Haya, en la acusación de la delegación sudafricana y su equipo jurídico, étnicamente diverso y formidablemente competente. El «gran salto hacia la libertad» del viernes puede ser el «límite al poder de la tiranía», si así lo decidimos.
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Helga Zepp-LaRouche. Debemos forzar la situación y centrarnos en poner esta cruda realidad en el punto de mira del mundo. Toda la organización debe ir encaminada a exigir a Estados Unidos que impida el veto en el Consejo de Seguridad.
Para mayor información escriba a Instituto Schiller Perú: luchova2003@yahoo.es
LaRouche Perú 