«Crea una visión de cómo quieres que sea el mundo y ¡haz que se haga realidad!»

6 de abril de 2024 (EIRNS) — Cuando en 1429, la comandante del ejército Jeanne d’Arc (Juana de Arco) de 17 años, miró ante sí la ciudad de Orleans y consideró cómo rompería el asedio inglés contra ella, ¿cuál fue su visión del plan de batalla? ¿Qué instrucciones dio a sus tropas? No fue el conocimiento exhaustivo de la estrategia militar de Juana lo que inspiró al ejército francés, derrotado por los ingleses durante casi 100 años, para seguirla. Fue su «alma guerrera», que luchaba en nombre de un propósito superior, la que transmitió a aquella fuerza de combate francesa, muy competente pero muy poco inspirada, el concepto de victoria que les había faltado durante décadas, y que ella encarnaba. 

«Creo que el único elemento absolutamente insustituible, es la idea de lo que hacemos para unir al mundo. Y también creo que lo que dijo el profesor (Fernando) Garzón: que esto sólo puede funcionar si hay integración regional. Creo que eso es algo que también hay que incluir en el orden del día, y que es un plan concreto sobre cómo volver a poner el mundo en orden, del que el Plan Oasis se supone que es una gran parte. Y como discutiremos la próxima semana, no se trata de un plan sólo sobre la reconstrucción de Palestina, o Gaza, sino que es un plan para resolver el problema entre Israel y Palestina, tomando toda la región, desde la India hasta el Mediterráneo, desde el Cáucaso hasta el Golfo. Todo el sudoeste asiático tiene que ser un plan integrado de reconstrucción para que funcione», explicó Helga Zepp-LaRouche, como ejemplo del proceso de formulación de políticas «de arriba abajo», que debe emprender la Coalición Internacional por la Paz, que tuvo el 5 de abril su 44ª reunión semanal consecutiva de los viernes. 

En esta sesión, los ponentes fueron: 

Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller; 

Prof. Richard Anderson Falk, profesor emérito de Derecho Internacional en la Universidad de Princeton, Presidente del Consejo de Administración del Observatorio Euromediterráneo de los Derechos Humanos, antiguo Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos de 2008 a 2014; 

Jens Jørgen Nielsen, historiador, escritor, antiguo corresponsal en Moscú del periódico danés Politiken, representante del Diálogo Ruso-Danés, Dinamarca; 

Francis Anthony Boyle, abogado estadounidense de derechos humanos y profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Illinois, consejero de Bosnia y Herzegovina y del Gobierno Provisional de la Autoridad Palestina; 

Profesor Fernando Garzón, arquitecto, urbanista y dirigente de la Unión Ecuatoriano-Palestina, asesor de varias agencias de la ONU, del Banco Interamericano de Desarrollo, etc. 

En varios momentos del debate, como se expresó en algunos de los comentarios registrados en la «sala de chat» y por otros medios, algunos participantes se sintieron frustrados por lo que calificaron de «discusión académica» y querían saber «qué vamos a hacer». La respuesta de Zepp-LaRouche: 

«Creo que cuando se libra una guerra, es sumamente importante saber cuál es la estrategia del adversario. Creo que lo que estamos intentando hacer con la CIP, pero también con el Instituto Schiller en general, es tener una idea clara de cuáles son los problemas y las fuerzas que estamos combatiendo. Obviamente, la terrible verdad a la que la gente se está despertando ahora es que nos enfrentamos a un sistema que es básicamente un sistema fascista global. Vuelvan a leer algunos de los viejos discursos de mi difunto marido, Lyndon LaRouche, algo que deberían hacer periódicamente, porque se van a asombrar de la claridad con la que ha venido diciendo esto desde los años setenta, ochenta y noventa. Creo que es de lo que muy poca gente se atreve a darse cuenta, pero el sistema actual, tal y como ha evolucionado, es de oligarquía, imperialismo y despoblación a escala mundial”. 

El profesor Francis Boyle, en un ejemplo de cómo librar una guerra reflexiva y no violenta contra los principados y potencias anglo-estadounidenses que no sólo permiten, sino que instigan el genocidio en curso en Gaza, propuso un flanco que, si se explota enérgicamente, podría conducir a una victoria crucial. «La Asamblea General de la ONU puede admitir a Palestina como Estado miembro de pleno derecho de la ONU. Ahora mismo, Palestina es un Estado observador de la ONU, al estilo de Suiza, antes de convertirse en un Estado miembro de pleno derecho de la ONU. En la actualidad, Palestina está reconocida por unos 139 Estados, de iure, como Estado. 

«Hice todo el trabajo jurídico para los palestinos sobre eso… Hasta ahora, el gobierno de Estados Unidos ha vetado todos los intentos de Palestina de ser admitida como Estado miembro de pleno derecho de la ONU. Los palestinos han anunciado que volverán a intentarlo en el mes de abril. Supongo que veremos qué decide hacer el gobierno de Biden. Podrían abstenerse. Pero si el gobierno de Biden veta su admisión, la Asamblea General de la ONU puede admitirlos, mediante una votación de dos tercios, y los votos están ahí. 

«Las abstenciones y las ausencias no cuentan en el recuento final. Los votos están ahí, sabemos que están ahí. Esto es extremadamente importante. Ningún Estado miembro de la ONU ha sido destruido jamás, en la historia de las Naciones Unidas. Algunos se han desintegrado, como mi antiguo adversario, Yugoslavia… Está claro que Israel y su élite quieren destruir Palestina, y a los palestinos. No tengo ninguna duda al respecto. Y la pertenencia a la ONU les mantendrá vivos». Zepp-LaRouche expresó su acuerdo con esta propuesta. 

También se hicieron otras propuestas factibles, pero lo más importante es el método con el que se están empezando a generar estas propuestas. Durante las deliberaciones semanales se plantean muchas cuestiones y controversias importantes. Las diferencias, sin embargo, aunque significativas, son, relativamente, «cuestiones secundarias», asuntos a debatir intensamente por quienes se han alistado en el mismo ejército, con el mismo propósito, en el mismo bando en una batalla no sólo para salvar, sino para transformar fundamentalmente un mundo que está perdiendo su humanidad. 

«No hay una respuesta fácil. Hay que hacer el esfuerzo de comprender la complejidad del mundo entero, y situar a toda la humanidad en un plano superior, en el que pensemos primero en la humanidad única, y empecemos a comprender las otras culturas, empecemos a dialogar. Descubrir cuáles son las bellezas de la poesía, o de la música, de todo tipo de artes del mundo entero. Convertir la familia humana en una familia, y luego tratar a las otras culturas como si fueran sus hijos e hijas y abuelos y demás. Hay que dar ese salto. Y sé que hay gente de muy buen corazón que no quiere entender, que si no se resuelve esto, la superación de la geopolítica, todo lo que se haga, no será suficiente. Esa es mi convicción más profunda», dijo Zepp-LaRouche. 

Sin una convicción profunda, la visión es imposible, y «donde no hay visión, el pueblo perece». El economista y estadista Lyndon LaRouche decía a propios y extraños que «si muestras liderazgo, la gente responderá». En su conclusión del viernes, respondiendo a la pregunta «¿Qué significa ser optimista en las circunstancias actuales?» Zepp-LaRouche aconsejó que «debes crear en ti mismo una visión de cómo quieres que sea el mundo». Ese es el principio moral que subyace en el «Plan Oasis» para el sudoeste asiático, y para el mundo: Crea una visión de cómo quieres que sea el mundo, ¡y haz que se haga realidad!

Foto: Ultima edición Revista EIR 05 abril 2024: https://larouchepub.com/eiw/public/2024/eirv51n14-20240405/index.html

Para mayor información escriba a Instituto Schiller Perú: luchova2003@yahoo.es

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